Hoy en día las pantallas y la navegación en internet se han convertido en el principal medio de interacción y de comunicación de adultos, jóvenes, adolescentes e incluso niños. Según el último informe de adicciones comportamentales (2022), el 96,6% de la población entre 15 y 64 años ha usado Internet con fines lúdicos, el 91,5% de los menores entre 10 y 15 años utiliza el ordenador de los cuales el 94,5% navega por Internet (encuesta INE 2020).
Tras la pandemia no sólo se ha incrementado el uso de internet, sino también el juego presencial y online con dinero 58,1% (población entre 15-64 años), el uso de videojuegos, 85,1% (población entre 14-18 años) y han aumentado el número de apuestas deportivas 53,9%.
El mal uso o abuso de pantallas está relacionado con consecuencias a nivel físico, relacional y psicológico. Cuando recibimos un “me gusta”, abrimos una caja botín en un videojuego o recibimos un comentario en redes, a nivel cerebral se libera una dosis de dopamina que nos produce placer y activa el circuito de recompensa que está estrechamente relacionado con los procesos adictivos.
Introducir las pantallas antes de los 6 años comporta consecuencias en el desarrollo del niño: según la ONG Comparte, la exposición temprana a dispositivos puede frenar el desarrollo evolutivo y cognitivo, alterar la conducta alimentaria y modificar el sueño de niños y niñas. Además puede provocar trastornos del lenguaje, fatiga y sequedad ocular.
La adolescencia es la fase del cambio por excelencia, es el paso entre la infancia y la edad adulta, está comprendida entre los 10 y los 19 años (UNICEF). Durante esta etapa la relación con los iguales es fundamental, el móvil se convierte en una herramienta para comunicarse con el mundo externo.
Si bien existen investigaciones que relacionan el uso de dispositivos con alteraciones de atención y concentración, dificultades en habilidades sociales y aislamiento social, hay que tener en cuenta las diferencias entre un uso equilibrado, un abuso y una adicción.
La tecnología ha llegado para quedarse, en un mundo cada vez más telemático urge la necesidad de educar en el uso de las TRIC (tecnologías de la relación, información y comunicación).
Algunas de las pautas recogidas por la APA recomienda evitar la exposición antes de los 6 años de edad, el acompañamiento y la supervisión han de estar equilibrados a la privacidad del hijo/a y el uso del dispositivo tiene que ser acorde a la edad y al grado de madurez del jóven. Obviamente no existen fórmulas mágicas, simplemente cada familia puede adaptar estas pautas a su realidad o encontrar fórmulas nuevas que favorezcan el bienestar de cada uno de los miembros.
https://www.apa.org/topics/social-media-internet/health-advisory-adolescent-social-media-use
https://www.comparte.org/exposicion-temprana-y-excesiva-a-las-pantallas/
https://theconversation.com/hacen-mas-felices-a-los-ninos-los-deportes-o-los-videojuegos-192697
https://acamh.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/jcpp.13673?s=09
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